October 5, 2020

¿Te está rebasando la situación actual y no sabes qué tipo de ayuda necesitas? Puede ser una crisis de pareja, agotamiento por el nuevo formato de escuela y trabajo desde casa, o simplemente el acumulado de semanas y semanas sin poder salir a la calle, ver a tus familiares y amigos y tener que pretender que te estás ajustando de manera óptima a lo que en los medios están llamando “la nueva normalidad”… pero simple y sencillamente no la estás pasando bien.

El hombre como ser biopsicosocial tiene diferentes necesidades, entre las que se encuentran la de reconocimiento, la de contacto social y la de estructura. La situación actual que estamos viviendo ha limitado seriamente nuestras opciones en cuanto a cómo satisfacer dichas necesidades y a pesar de estar usando de manera creativa la tecnología y los diferentes medios de comunicación, nos sentimos solos y desanimados.

Para algunas familias es cosa común acudir al psicólogo o buscar algún otro tipo de apoyo emocional, pero para otras el tema de la salud mental sigue siendo un tabú y la opción de visitar un psicólogo, psiquiatra o algún otro profesional que se dedique a dar acompañamiento emocional es mal vista e incluso descartada de antemano. A pesar de ser más liberales en otros temas, nuestra sociedad sigue siendo conservadora con respecto a este tema y existen muchos prejuicios. Eso de pedir ayuda es para el “que está loco” o “le falta un tornillo”.

Hay mucha falta de información sobre la importancia de la salud mental y es un tema que hoy no podemos ignorar. Como ciudadanos, padres de familia, vecinos, empleados o empleadores, tenemos que informarnos sobre el tema y entender qué es la salud mental, la importancia que tiene, las opciones que hay para fortalecerla y solo así ir desechando prejuicios que se han transmitido de generación en generación.

Hay muchas opciones si lo que necesitas es apoyo emocional. Dependerá de tus necesidades, tus inquietudes, tu visión de la vida y tus objetivos. También aspectos prácticos como tu presupuesto, la frecuencia, la duración de las sesiones y si la atención es individual, de pareja o familiar. No es lo mismo querer dejar de fumar, que superar una fobia específica o entender porqué vas por la vida arrastrando resentimientos. No es lo mismo tampoco querer revisar un tema específico en el área profesional que querer resolver un asunto familiar complejo o encontrarle sentido a la muerte de un ser querido.

Al final del día, lo más importante es buscar atención seria y comprometida. Más que el tipo de profesional, el vínculo entre quien pide la ayuda y quien la da es lo más importante. Ya sea que busques un psicólogo, coach, psiquiatra, facilitador, tanatólogo u otro tipo de profesional, pase lo que pase, no dejes de pedir ayuda.

Imagen: El grito del pintor noruego Edvard Munch (título original Skrik).

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